AFECTIVIDAD
La escuela y un buen desarrollo
emocional: el clima escolar
Como podemos ver en nuestra biografía,
es cierto, que muchas de las situaciones que hemos vivido, las mejores, por
llamarla de alguna manera, se producen a través de las emociones y
sentimientos, creemos fundamental y necesario este desarrollo en cualquier
persona, todos necesitamos sentirnos seguros emocionalmente. Pensamos que el
entrenamiento emocional en la escuela, ayudaría a los niños a obtener
beneficios en cuanto al crecimiento y a la motivación.
Un buen desarrollo de las capacidades emocionales
aumenta la motivación para aprender y experimentar. Los niños y los
jóvenes tienen una motivación propia para explorar el mundo que los
rodea; pueden ser conscientes de sus propios conocimientos y
sentimientos, relacionándose con ellos para transmitirlos a los demás, tratando
de generar empatía; simpatizar, identificarse y tener lazos afectivos e
intercambios sociales y afectivos satisfactorios. Estos son importantes porque
afirman su individualidad y generan mejor autoestima. El desarrollo afectivo
implica motivar al niño y al joven para que expresen sus sentimientos,
evitando la manipulación negativa. Como aparece en nuestra biografía:
“Aún tengo guardado
en la memoria el sabor a coco que descubrí en un recreo, gracias a una compañera
que me lo dio a probar. Esa unión e ilusión para jugar y para hacer actividades
toda la clase, siguen revoloteando por mi mente”
En lo que a la escuela
compete, todo el ambiente, el clima escolar y de un aula debe ser
favorable para el desarrollo de las emociones. Como mencionamos en nuestra
biografía:
”He encontrado buenos
compañeros y un buen ambiente, y ahora si puedo decir que he encontrado un
profesor que me ha marcado, por su forma de involucrarse en la
asignatura”
“Quiero destacar algo para
mi importante porque lo tengo plasmado en mi mente como una fotografía, mi
patio, donde yo jugaba y mis compañeros”
¿De qué depende el clima escolar?
¿Es importante?
Como hemos podido ver
en nuestras biografías y además vivirlo, el clima de cualquier espacio depende
de los elementos que lo forman, es decir, pensamos que es tarea de todos, que
según nuestras vivencias, valores, actitudes, creencias, transmitiremos y
crearemos dicho espacio. Consideramos de vital importancia el desarrollo de las
habilidades emocionales, no es lo mismo formarse en un clima con
armonía, que sin ella.
Ciertamente, el clima social que se genera en el contexto escolar depende entre
otros factores del desarrollo social y emocional que hayan logrado los alumnos,
del nivel de desarrollo personal de los profesores y de la percepción que todos
ellos tengan, de la medida en que sus necesidades emocionales y de interacción
social, son consideradas adecuadamente en el ambiente escolar. El desarrollo
emocional y social ha sido conceptualizado de diferentes maneras. Se ha hablado
de desarrollo personal, de inteligencia emocional, de inteligencia social, de
desarrollo afectivo, términos de alguna manera equivalentes, que apuntan a la
necesidad de considerar estos aspectos para lograr una educación más
integral. Uno de los autores que se han preocupado de este tema, incluye
las inteligencias personales de Gardner (1993) en su definición de la
Inteligencia emocional, pero ampliando estas capacidades a cinco áreas principales,
que son:
Conocer las propias emociones: que se refiere a la capacidad de descubrir
cuáles son nuestros verdaderos Sentimientos, ya que ellos serían la mejor guía
en la vida, para asumir las decisiones personales correctas.
Manejar las emociones propias: lo que permite recuperarse con rapidez de las
dificultades que la vida presenta. Conocer la propia motivación: que permite
prestar atención al auto motivación y al dominio, que facilita la
creatividad.
Reconocer emociones en los demás: que equivale a la empatía, es decir, a captar
las señales sociales de los otros, que indican lo que quieren y necesitan.
Manejar las relaciones: que es en gran medida, la capacidad de adecuarse a las
emociones de los demás. Quienes tienen habilidades en este plano, son capaces
de establecer relaciones más serenas con otros.
Emociones positivas
Las emociones de los estudiantes constituyen un factor determinante en la
construcción de sus aprendizajes. Las emociones favorables indican aspectos que
todos consideramos prioritarios para mejorar la calidad de los aprendizajes:
sentirse motivado en las clases, tratar contenidos contextualizados en las
propias experiencias, cuya aplicación se puede visualizar en la práctica,
sentirse valorado como estudiante, poder participar, confrontar distintos
puntos de vista. Como aparece en nuestra
biografía: “Lápices de colores,
una libreta nueva, las ceras, “la plasti” y la goma Milán, llenan de agradables
recuerdos el inicio de mi aventura.
“Me da mucha alegría, que
ella aún, se acordara de nosotros y nos llamase “mis niños”, es algo
muy bonito, pensar que una profesora haya disfrutado con sus alumnos
y se acuerde de ellos, después de siete años”,
“Pero en ese año también
recuerdo a una buena profesora que nos daba inglés, sus clases eran muy
divertidas y nos daba mucha pena, que llegara la hora de marcharnos a casa”,
“Recuerdos de mi primera
profesora del colegio, que nos trataba con mucho cariño”
“Recuerdo que íbamos al
cole, cantando y alegres” Uno de los profesores de matemáticas, me felicitó y
dijo en la clase que yo había tenido la mejor nota, un sobresaliente”
Emociones negativas
Si nos detenemos en el tipo de educación implantada hace unos años, podremos
observar cómo los profesores preferían a los niños conformistas, que conseguían
buenas notas y exigían poco. De este modo, no era raro encontrarse con
casos en los que el profesor espera que el alumno saque buenas notas y éste las
consigue, quizá no tanto por el mérito del alumno en sí, sino como por el trato
que el profesor le da. También se encontraban casos de desesperanza
aprendida, producida por el modo en que los profesores respondían a los
fracasos de sus alumnos. Por tanto, en la escuela se debe plantear
enseñar a los alumnos a ser emocionalmente más inteligentes, dotándoles de
estrategias y habilidades emocionales básicas que les protejan de los factores
de riesgo o, al menos, que palien sus efectos negativos. Como mencionamos en
nuestra biografía:
“Me ha faltado desde
siempre mucha motivación”
“Nunca me he sentido
bien en el ámbito educativo”
“Comienzo el nuevo curso,
este años empecé triste, no empecé con mis compañeros de siempre, todo lo
conocía, pero sin embargo, era distinto para mi, fue difícil, pero lo supere
poco a poco con la ayuda de mis padres”.
“También tuve un profesor
que no tengo buen recuerdo de él, su aspecto era un poco desagradable, poco
aseado y desaliñado, la mayoría de las veces estaba enfadado”
Social - afectivo
La política de Convivencia Escolar enfatiza la importancia de construir
normativas de convivencia y procedimientos, resolución de conflictos,
para atender a la complejidad y dinamismo de la convivencia, de manera óptima
y formativa. Enfatiza la relevancia de construir con normas y
límites claros y conocidos por todas y todos los actores, no para eliminar los
conflictos inherentes, al acto de vivir con otros y otras, sino para
reducir la arbitrariedad en el manejo de los procedimientos disciplinarios.
Visualiza los conflictos como oportunidades de crecimiento, tanto para las
personas, como para el contexto en que se producen, siempre y cuando sean bien
abordados, y por ello establece la necesidad de favorecer formas pacíficas de
resolución, las cuales requieren del desarrollo de habilidades como la escucha
activa, el diálogo, la empatía, la asertividad y colaboración, entre otras,
integradas al currículum escolar. Como aparece en nuestra
biografía:
“Pero no todo fueron buenos
momentos, y aunque la memoria y la nostalgia destiñen todo lo que tocan, como
dice Juan José Millas, sí recuerdo cierto conflicto con algunos chicos de la
clase en 5º de EGB, por querer tocarnos el culo a las chicas, mientras
yo, me defendía a patada limpia, ayudada de mis zapatos ortopédicos"
“Sin embargo, el mayor
choque fue a nivel social, las conversaciones y las chicas que conocí allí, no
llegaron a aceptarme plenamente, así que decidí aislarme y no salir los fines
de semana. Esto forzó a mis padres a plantearse un nuevo cambio, y tras el
curso de 8º, me pasé de nuevo a la educación pública.”
La interacción profesor - alumno
El contexto de interacción en el aula, constituye un modo de relación que tiene
importantes consecuencias para la formación de los estudiantes, tanto en lo
personal como en lo académico, en los distintos niveles del sistema educativo,
incluida la educación superior. La percepción que tienen los estudiantes de sus
relaciones interpersonales con los profesores sería lo que mayor impacto tiene
en ellos, y no el contenido o materia de estudio. Como aparece en nuestra
biografía:
“Tengo que destacar a una
profesora que me lo hizo pasar un poco mal”
“Espero que tú devuelvas
los libros y no hagas como tu hermano, que sabe dios lo que hace con ellos”,
ahí me quise morir, me sentí humillada y avergonzada con todos mis compañeros
riéndole la gracia”
Siempre hay un alumno que suele desencadenar la antipatía
del profesor. El problema se presenta cuando la actitud negativa de un maestro
se traspasa hacia el resto de los docentes del curso y, a veces, incluso del
colegio, transformando a ese niño en el blanco de críticas permanentes. La
estigmatización puede acarrear efectos demasiado perjudiciales para los
pequeños. Y no sólo porque causa trastornos emocionales en el niño, que tarde o
temprano se verán reflejadas en el aprendizaje.
Cuando aumenta la interacción emocional negativa entre el alumno
y el profesor, disminuyen los buenos resultados. El alumno termina
estableciendo ciertas creencias, como por ejemplo, que es desordenado o
flojo, que son internalizadas como verdades absolutas. De hecho, una de
las áreas en que existe mayor consenso entre los especialistas es en la influencia
que ejercen las expectativas de los docentes sobre el rendimiento: por ejemplo,
los niños cuyos profesores tienen altas expectativas en sus habilidades
obtienen mejores resultados. Como aparece en nuestra biografía:
“Me estoy dando cuenta
escribiendo esta biografía que no he tenido ningún profesor que me haya dejado
huella en mi vida.”
“Me acuerdo el día en la
asignatura de lengua, que tenía que hacer una exposición individual sobre un
autor y al salir a exponerla me temblaba las manos, aunque lo pasé muy mal
mereció la pena porque el profesor me felicitó por ello.”
Los alumnos perciben claramente diferencias entre los profesores que establecen
una relación centrada en la persona, y que son capaces de reconocer y ayudarles
cuando están en problemas, y aquellos que tienen una actitud más distante y que
no demuestran preocupación por los problemas personales de los alumnos o las
alumnas. A los primeros, los describen como más comunicativos, expresivos y
simpáticos. Esta necesidad de tener una comunicación cercana con los
profesores, es más marcada en los alumnos y las alumnas de nivel socioeconómico
bajo.
La escuela y la familia
Los cambios de la sociedad actual son rápidos y profundos, los sujetos no están
preparados para adaptarse a ellos en los diversos niveles: biológico,
psicológico y social. La complejidad, cada vez mayor, que la caracteriza,
demanda una nueva visión educadora de la familia y la escuela, lo que exige su
compromiso para trabajar unidas en un proyecto común.
El objetivo principal de esta aportación es crear un
espacio de reflexión sobre la necesidad de tomar conciencia de la importancia
de la formación en Educación Familiar, para ayudar a los profesionales de la educación
y a los padres a mejorar las relaciones Escuela-Familia, como una medida de
calidad de la enseñanza y prevención del fracaso escolar.
Los padres a tomar conciencia de su papel en la educación de sus hijos para
responder a las nuevas necesidades educativas. También, se considera que una
intervención para la educación del futuro debe estar enmarcada en un enfoque
interactivo, ecológico y comunitario para responder a las necesidades
afectivas, cognitivas y sociales de todos los implicados.
El papel de la familia, ha ido evolucionando con la incorporación de la mujer
al mundo laboral y con otros cambios de diversa índole, sobre todo político y
económico. Esta ha pasado de ser la encargada única y exclusiva, de la formación
de los hijos e hijas, a delegar en la escuela parte de esta tarea. Como aparece
en nuestra biografía:
Una vía para superar
dicha dificultad es facilitar el encuentro entre padres y profesores, donde
pongan de manifiesto el deseo de buscar formas innovadoras de fomentar la
participación, así como de crear un clima abierto de comunicación en el que se
expresen los problemas, inquietudes, temores, miedos e inseguridades, y mutuas
necesidades de ayuda y colaboración.
En este sentido, un importante objetivo es que la familia tome conciencia de la
necesidad de su participación en ámbitos sociales más amplios, que influyen en
sus prácticas educativas en el hogar. Para lograrlo, es preciso ayudarla a
descubrir la importancia de su colaboración en la escuela, aceptando que
existen objetivos que son comunes y en los que son necesarios unir los
esfuerzos de padres y profesorado para su consecución. La implicación de las
familias en la vida del centro, se alcanza aprendiendo a trabajar juntos en
diversas actividades, que en relación con sus respectivas funciones, los padres
y profesores pueden programar, asumiendo que un trabajo en equipo es un medio
eficaz para estimularse y apoyarse mutuamente.
Esto conlleva a valorar el enriquecimiento que para el
propio desarrollo personal supone la aportación de las
ideas e iniciativas de los demás. La visión de un trabajo en
colaboración mutua, parte de un concepto de cambio y mejora de la realidad, que
puede ser modificada, a través de la acción conjunta de todos los implicados, a
la vez que repercute en una mejora de la calidad de la enseñanza y de la vida
escolar.
“Los días más
destacados lo celebrábamos con la familia en el colegio, era un día muy
importante para nosotros, nos sentíamos mayores”
“En las fiestas se veía que
éramos una gran familia”
¿Qué repercusiones tiene?
Una mayor autoestima de los niños y niñas, además produce un mejor rendimiento
escolar, por lo que genera mejores relaciones entre padres, madres e hijos, y
por ultimo actitudes más positivas de los padres.
Docentes que dejan huella…
Con toda seguridad, muchos de nosotros guardamos con cariño gratos recuerdos
con un profesor o profesora concretos. Un maestro que admirábamos que dejó en
nosotros una huella imborrable, y que no sólo nos enseñaba a sumar y a escribir
correctamente, sino que además sabía sacar lo mejor de nosotros, nos
trataba con respeto y se hacía respetar, nos consolaba, valoraba
nuestros esfuerzos, nos comprendía...
El profesor supone para un niño, no sólo la figura que le
proporciona conocimientos, sino el referente con el que establece durante
un largo periodo de tiempo, una estrecha y especial relación.
El ejemplo del maestro, al igual que el de la familia, repercutirá en nuestro
hijo. Su manera de hablar, su forma de vestir, su trato, su atención, su
estímulo, su cariño... quedarán grabados en nuestros pequeños. Como
mencionamos en nuestra biografía:
“Mi profesora Carmencita que en su armario tenía guardadas galletas de
chocolate, que de vez en cuando nos daba, cuando nos portábamos bien, y
no se me olvidara en la vida, parecía que nos daba un tesoro.”
“Recuerdo a mi
profesor Juan con mucho cariño, creía mucho en mí, y tampoco se me olvidara nunca cuando un día
me dijo: a ti te pega ser profesora… yo me reí, me pareció algo absurdo, si era
malísima estudiante”
“He recibido
cariño por parte de los profesores, en general he tenido buenos profesores”
La educación de nuestros hijos no
sólo debería comprender aspectos puramente cognitivos, sino también hábitos, buenas maneras, valores y sentimientos.
Referencias
http://educacionemocional.cl/documentos/escuela011.pdf
http://www.cucurrucu.com/expertos-detallan-las-razones-para-cambiar-a-un-nino-de-colegio/index.html
http://www.primaria.profes.net/puntovista2.asp?id_contenido=48963
http://www.guiainfantil.com/blog/815/los-maestros-que-dejan-huella-en-los-ninos.html
http://www.slideshare.net/Esthercita1902/relacin-entre-familias-y-escuela
